Las CALDERAS pueden funcionar con diferentes combustibles, hay calderas de gas natural, de gas propano, o de gasoil.

La caldera es la responsable de calentar el agua que dispersará el calor a través de un circuito cerrado de agua y calefacción por toda la vivienda.

¿Qué hay que tener en cuenta?

La diferencia fundamental entre los distintos tipos de calderas es la manera en que toman el aire necesario y el conducto de evacuación de humos. Esto determinará el tipo de instalación y la inversión económica.

Estas calderas utilizan fuentes de energía naturales (pellet o astillas), por lo que son una elección económica y ecológica. Son un sistema eficiente de calefacción y producción de agua caliente sanitaria.

¿Cuales son sus ventajas?

– Se alimenta con una fuente de energía inagotable y produce niveles muy bajos de contaminación.

– Su eficiencia energética es mayor que el de las calderas convencionales.

– El gasto en energía es considerablemente menor que otros sistemas de calefacción.

AEROTERMIA es una tecnología limpia que extrae gratuitamente hasta un 77% de la energía del aire ambiente.

Los sistemas de aerotermia son bombas de calor de aire-agua diseñadas para aportar refrigeración en verano, calefacción en invierno y agua caliente todo el año.

¿Cómo funciona?

Se instala un generador en el exterior el cual mediante un intercambiador absorbe el aire ambiental del que extrae el calor, (incluso a temperaturas bajo cero) y lo transfiere a la calefacción o al agua corriente sanitaria.

Esto se consigue mediante el ciclo termodinámico que utiliza un gas refrigerante comprimido a bajísimas temperaturas para extraer calor del aire exterior.

Son equipos que aprovechan la temperatura del aire que extraemos de los edificios o viviendas por los sistemas de ventilación. Proporcionan un aire limpio y saludable y reduce el consumo energético de forma considerable.

¿Qué aportan?

– Suponen un gran ahorro energético y, por consiguiente, económico.

– Mejoran la calidad del aire de los hogares optimizando la ventilación y reduciendo la humedad.

– Crean un ambiente confortable en el hogar y además es un aislante acústico frente a ruidos exteriores.

Este sistema convierte la mayor superficie de la casa en una gran fuente de calor. Es una opción muy demandada porque prescinde de radiadores que pueden molestar a la distribución de los muebles y mejora a estética del espacio.

¿Cuales son sus ventajas?

La distribución del calor es muy homogénea al no provenir de un punto focal, sino de una gran superficie. Consume menos energía que un sistema convencional, y no reseca el ambiente, creando un ambiente cálido y confortable.

Los radiadores son el tipo de calefacción más habitual en nuestro entorno. Su funcionamiento es sencillo, emitiendo calor por convección al ambiente desde el punto en el que está ubicado. Pero existen muchos tipos de radiadores según el material del que estén fabricados, la temperatura o el fluido que use.

¿Porqué elegir uno u otro?

– Hay que tener en cuenta el sistema de generación de calor que tenemos, si es gas o electricidad…

– ¿Qué tipo de espacio quiero calefactar? Si es un piso, el tipo de edificio en el que está o si es un local comercial.

– ¿Qué potencia calorífica necesito?

– ¿Quiero primar lo estético frente a lo funcional? ¿De qué presupuesto dispongo?

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